Abstract
Ningún luriter debe leerse lejos de su propio Sitz im Leben. El de Parménides se sitúa en el sur de Italia a finales del siglo VI y principios del VII. Se trata de un entorno cultural rico en comunidades órficas y pitagóricas, en el que el antiguo orden mítico-feudal está siendo superado y el politeísmo de Homero es objeto de severas críticas. En consecuencia, el poema de Parménides está impregnado de un profundo ímpetu religioso, que se convierte en la piedra angular de su correcta interpretación. Un análisis riguroso de los fragmentos 6 y 7, en los que se discute ampliamente la tercera vía, muestra, en primer lugar, que esos fragmentos constituyen una unidad autónoma dentro de la obra, que no puede relacionarse con ninguna otra de sus partes; y, en segundo lugar, que una interpretación convincente de esa tercera vía apoya la lectura teológica del poema, como sugiere W. Jaeger, y al mismo tiempo preserva la perfecta coherencia del pensamiento parmedineano frente a otras interpretaciones más recientes, empezando por Burnet y Reinhardt.