Abstract
Podríamos calificar a Nietzsche de un profeta heroico e innovador, que hace un oráculo de la decadencia, denunciando el triunfo de lo suprasensible, de lo ideal, la imposición de otro mundo como la historia de un error, de una ilusión, fuente común de todas las ficciones, prejuicios y dogmatismos de la tradición cultural occidental. Sin embargo, el pensamiento que Nietzsche expresa con la muerte de dios, y que conlleva el fin del cristianismo y de la metafísica, tiene un origen metafísico y un origen genuinamente cristiano.